La cuestión de las faldas es la que preocupa en estos momentos a las señoras, y aunque los patrones proporcionados por el
periódico sean excelentes, absolutamente irreprochables, muchas de mis lectoras tropiezan aún con algunas dificultades,
cuando tratan de realizar la confección de una falda que desean
resulte perfecta. Verdaderamente con las actuales faldas a pliegues y ajustadas, nos encontramos en extremo distanciados de
aquellas que hace diez años se llevaban cortadas al hilo y montadas a la aldeana. Las faldas actuales han relegado esta sencillez de antaño y es preciso para que salgan bien poner mucho
cuidado en su confección.
Hay muchas maneras de cortar y hacer las faldas a pliegues.
Unas veces el plissé llega hasta lo alto formado por plieguecitos
en redondo o sean horizontales picados en el medio o por pliegues planos. Otras veces los pliegues pueden empezar en la cintura, en las caderas o más abajo. Esta clase de faldas, se pliegan
todo alrededor sin dejar liso el delantero, o encuadrando un
delantal plano o poniendo el plissé en los paños de los lados o por detrás. Los pliegues pueden variar y ser distintos en una
misma falda.
Cuando los pliegues empiezan en la cintura parten de arriba
de un modo casi imperceptible, como pequeñas pinzas, muy
rectas y van ensanchándose conforme van bajando en la proporción de uno a siete centímetros. Estos pliegues deben ser
perfectamente aplastados; por eso se les pica con la máquina
primero en el fondo del mismo y luego en la orilla, de manera
que puedan quedar bien aplanados. Después el revés se plancha bien, aplastando el pliegue con fuerza y hasta se los corta con
objeto de que no quede el menor espesor, pues los vestidos de esta clase deben ser tan ajustados como los lisos que antes se
usaban. Estos vestidos van cerrados por detrás bajo un pliegue
que oculte bien la abertura de la falda. Se pueden abrochar con
corchetes o con botones. El bolsillo, de tafetán, se coloca atrás
y muy caído.
El bajo de estos vestidos, consiste en un falso dobladillo de tafetán o de la misma tela. Las faldas llevan una pequeña cola de ocho a diez centímetros
en derredor; de los lados y por delante tocan el suelo.
La falda de debajo puede hacerse a voluntad empleando oportunos puntos perdidos en el fondo de aquélla. Por lo regular
estos puntos se colocan a media falda o en la parte inferior;
también puede dejarse flotante sobre la falda que sirve de fondo.
Los pliegues van muy picados hasta cierta longitud, pero se les
deja libres pronto; así van mejor cuando se ha tenido cuidado
de ajustar perfectamente la falda alrededor de las caderas. Cuando se corta una falda en forma es preciso colocar el paño
de manera que el hilo esté delante y el atravesado, detrás.
Son menester tres metros 90 centímetros de tela que tenga
1'30 de ancho para una falda.
Algunas faldas, las de hechura sastre son completamente ajustadas por delante y forman por detrás uno o dos pliegues huecos
dobles, de dos centímetros de ancho. No hay que olvidar picar
los pliegues y plancharlos fuertemente. Esta clase de faldas requiere 3,25 metros si es bastante ancha. Los fondos de las faldas se hacen ajustados de arriba y no
muy largos; se componen de cuatro paños de seda; el bajo está
terminado por un plissé de veinte centímetros de alto, todo al
rededor, adornado con dos tiras de entredoses. El fondo de falda,
se abrocha también por detrás. Ya no se forran las faldas como se
hacia con las de hechura sastre para mayor lucimiento cuando
no van pegadas a la falda de abajo.
Hay otras maneras de cortar faldas plegadas, que hemos de
indicar aquí: se las pliega por grandes pliegues, es decir por
paños sobrepuestos los unos a los otros, cortados al hilo o al
bies, empezando muy menudos y ensanchándose en el bajo.
Los paños, para formar la falda se unen entre si. Los pliegues
también están picados al borde y en el fondo. La falda está montada por delante sobre un pequeño delantal liso de unos diez
centímetros. Para hacer las faldas plisées a paños de una tela
que tenga un metro 20 centímetros de ancho, se necesitan cuatro
metros 50 centímetros. Para el vestido completo, seis metros. La falda puede ser también compuesta de grupos de pliegues
rodeando todo el vestido, con o sin delantal.
Las faldas de terciopelo se montan sobre un delantal liso, el
cual está encuadrado generalmente en dos estrechos paños de terciopelo. El resto de la falda, está formado de grupos de pliegues, al hilo, formando bies sólo en la parte alta. Se montan
igualmente sobre una falda de tafetán.
Las faldas de seda se cortan lo mismo que las de terciopelo o se pliegan completamente, por ser esta tela mucho más flexible
que el terciopelo. Para una falda de cualquiera de estas dos
telas, son necesarios de 11 a 13 metros, según la estatura de la
persona.
Muchas de mis lectoras me escriben preguntándome la manera de reformar una falda de hechura antigua y lisa; esto es
imposible porque aquellas resultarían estrechas para hacerles
plisées, a menos de que las interesadas posean otra falda en
forma y tela suficiente, para ponerla un alto volante plissé, que
seria montado a continuación del alto de la falda formando cinturón liso muy ceñido.
Las faldas de moda para baile, se hacen igualmente plissées,
pero de una forma distinta, es decir a pliegues-sol*. Se hacen de
muselina de seda, con anchas blondas y tul con lentejuelas.
Hay casas especiales que se encargan de plegar de un modo
especial estos tejidos. Para hacer estas faldas se corta un cuadrado con las puntas redondeadas; en el centro un agujero sirve
para colocar la cintura. El fondo de esta falda es de tafetán, con
plissés o volantes de tul o muselina.
Para hacer una toilette
plissés, de baile, son necesarios 15 metros de tul. Algunos vestidos de éstos se hacen con pequeños paniers drapeados en las
caderas, que recuerdan algo las modas de las épocas Luis XV y
Luis XVI, que seguramente tendrán gran éxito en el verano
próximo.
Los cuerpos se hacen también plissés como las faldas o drapeados de diversas maneras; con hombreras de flores o cintas.
Algunas lectoras me preguntan que deben hacer para ocultar,
cuando van do manga corta, las vacunas de los brazos; pues
bien; las cintas de terciopelo o de seda cruzadas en X partiendo
de los hombros y rodeando el brazo, pueden prestar muy bien
este servicio y además hacer resaltar la blancura de la piel.
También es fácil hacer un cuerpo para baile, comida ó concierto, poniendo en el escote un pequeño camisolín con mangas cubierto de blonda, guipure o muselina.
Este camisolín se prende al corsé por medio de alfileres o con
cordones sujetos al cuerpo. Supongamos por ejemplo un cuerpo de raso cubierto de tul
con lentejuelas entreabriendo sobre un estrecho chaleco de
tul negro y muy escotado y sólo sujeto a los hombros por una
cinta de raso (fig. 1.) El camisolín se hará de tul con lentejuelas, adornado con tres cordoncillos de raso, y solapas de raso
y tul con lentejuelas también. Un prendido o broche de igual
clase que el del cinturón, está colocado debajo de las solapas
para ocultar la unión del tul con el camisolín. Las mangas son
largas y de raso.
Figura 1Un gran número de abonadas me piden detalles y modelos de
toilettes para acompañamiento de bodas. He aquí dos muy bonitos y sencillos que seguramente servirán en esta época del
año en que abundan los casamientos. Uno (fig. 2) es de raso
azul real, para señora de mediana edad, bien sea madre de la
novia, tía de ésta o invitada. Forma una túnica que cruza sobre
un lado, adornada con una cenefa de guipure, punto de Inglaterra y cerrada por dos lazos de raso de igual color. Las mangas
son muy largas, pero hay que advertir que están hechas así con
dos objetos; el volante y el guipure, indicados a medio brazo
sirven para ocultar el bajo de la manga, que está vuelto; por la
noche se le quita substituyéndolo por un volante, quedando
convertida en una manga Luis XVI para traje de baile. El canesú
de muselina de seda blanca, plissé, es también de quita y pon,
dejando el cuerpo descotado.
Figura 2 La otra toilette, para señorita de honor (fig. 3) de seda
liberty, rosa pastel, es fruncida, cortada a través por un entredós
de valenciennes, encuadrado en ruches de muselina de seda,
rosa pastel. La falda va con entredoses y blondas, rodeando las
caderas, muy planas. El borde inferior de la blonda se pone
fruncido. Ruche de muselina de seda. Sombrero de terciopelo
negro con plumas y lazos de raso rosa pastel.
Figura 3
Baronesa de Clessy.
Enlace a texto original
*.- Los pliegues de "rayos de sol" se parecen mucho a los pliegues graduados, pero se cortan al sesgo de la tela para crear un estilo único y acampanado. Estos hermosos pliegues parecen rayos que se extienden desde un centro más cónico hasta un fondo más ancho. La mayoría de las veces aparecen alrededor del dobladillo de una falda para un estilo elegante y acampanado, se estrechan en la parte superior y se ensanchan en la inferior para obtener una falda de gran volumen.